Quizás porque la meditación ha sido parte de mi vida por muchos años,
me he dado cuenta de que la conciencia ( y la consciencia) es aquí. Es
ahora.
De un tiempo a esta parte, esta idea de Mindfulness se ha vuelto muy
presente en el mundo que nos rodea. Pero, si lo pensamos sólo un
segundo… ¿No es toda meditación un estado de ensalzamiento del aquí y el
ahora?
Aquí y ahora, sentada delante de mi ordenador, escribiendo este blog
que nadie va a leer, me paro a pensar si toda la realidad no es más que
un compendio de sensaciones, reales o no, que carecen de sentido.
Somos. Eso es suficiente. Soy.
No soy la suma de mis partes, sería ridículo pensarlo. Tampoco soy
más ni menos. La existencia se expande cuando toca la esencia de otros,
decía un sabio al que no puedo poner nombre. Pero.. ¿Y si nuestra
existencia fuera sólo un sueño? Con los años he aprendido que cuando se
me olvida que todo es ahora, y que el pasado es leyenda y el futuro
pura utopía, sólo tengo que girar la cara y buscar a mi gato, o un árbol
que se mece con el viento, o a veces sencillamente mi sombra, y
observar.
No estoy en el mundo. Soy el mundo.
Sea entonces.